El maravilloso mundo de las enfermedades digestivas causadas por el consumo de drogas
Tres drogas, dos de ellas legales, son causantes de enfermedades digestivas: el alcohol, el tabaco y la cocaína.
En cuanto al primero, es bien sabido por todos que el consumo continuado o excesivo de alcohol puede ocasionar enfermedades hepáticas como la hepatitis alcohólica, que, generalmente, degenera en una más grave: la cirrosis hepática. Además, también puede provocar úlceras estomacales, gastritis o incluso cáncer a cualquier nivel digestivo.
Acerca del segundo, la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogradicción) señala aquello que el tabaco puede causar con el aparato digestivo: "úlceras digestivas, faringitis, laringitis, afonía, alteraciones del olfato, pigmentación de lengua y dientes y cáncer de estómago".
Finalmente, en cuanto a nuestra querida dama blanca, esta puede producir colitis isquémica. ¿Y en qué consiste? Pues bien, esta enfermedad se caracteriza por una disminución del riego sanguíneo en el colon (intestino grueso). Por lo tanto, si se presenta en una persona muy joven debe sospecharse del consumo de cocaína o de algún otro fármaco.
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